miércoles, 17 de junio de 2009
PUTOS POLITÓLOGOS ( “fucking“ sería antipopular )
Jubilada (en reparto): “Yo a los peronistas no los entiendo”
Futuro politólogo: “No es así abuela, vos no entendés nada, pero si lo analizas desde el Racional Choice, el peronismo ofrece incentivos selectivos positivos y negativos que premian ese conocimiento. Además, desde un enfoque neo-corporativo, los grupos de presión que conviven a lo largo y a lo ancho del movimiento presionan satisfactoriamente por beneficios. Sin olvidar que la organización del Estado, estructuralmente, genera todas esas cosas que a vos te preocupan. La fuerza simbólica junto con la destreza organizativa lo convierten en una corporación preparada para gobernar en múltiples condiciones, te lo digo yo que estudio estas cosas”
Jubilada (en reparto): “ah… ¿comiste algo antes de venir?”
Por Norman Pla*
Recuperando parte del artículo de Verónica Bianchini (“Corrupción, la variable fantasma) publicado en Apócrifos –un abrazo grande para los amigos de la estética letrada- vuelvo a una vieja conclusión, gracias a mi nueva musa inspiradora: PUTOS POLITOLOGOS. No deja de inquietarme la distancia entre la opinión pública y la academia acerca de cuales son las problemáticas políticas más inquietantes. No es que la opinión publica y su respaldo mediático tenga razón (de hecho, “el pueblo, a veces, es un pelotudo”, José Pablo Feinmann dixit), pero mantener esa fría distancia típica de pareja recién divorciada nos aleja de una buena educación colectiva y del hallazgo de las tan esperadas soluciones. Teniendo en cuenta que esta colectividad posee los maravillosos secretos de la única herramienta de transformación social que nos queda, ante el fracaso estrepitoso de las AK47 y los discos de Piero, solo nos queda pedirles que apaguen el aire y salgan de la oficina.
A todos los que nos esforzamos por entender que entender –siendo redundante – exige escarbar un poco mas allá, nos incomodan bastante las formas en que se trata la política desde los medios, desde los contestadores de los programas de AM, desde la publicidad y desde los taxis. Nos incomodan los periodistas de TEA, especialmente los deportivos, pero eso quedará para otro artículo.
No me refiero a que salgan a educar por los barrios en busca de la voluntad general. Jubilemos a Rousseau pero no lo mandemos a un geriátrico. Pongámosle al menos un programa de cable. Pero sí, empiecen a hablarle a los no iluminados. Más humildemente, reduciendo un poco lo especifico, quitando palabras en inglés, planteen preguntas útiles, ayuden a que nos repensemos prescindiendo del psicoanálisis. Ya hemos hecho suficiente terapia.
Háganse un lugar en los medios, a los codazos aunque sea (Con Grondona puede ser más vehementes, incluso), que del resto nos encargamos nosotros. Desde aquí, le decimos basta a las fotos típicas del intelectual con su biblioteca detrás, le decimos basta a los “papers (ohhhh)” solo para unos pocos, basta de miedo a nivelar para abajo, basta de sectarismos y mezquindades personales. Queremos fotos de ustedes en una bailanta o puteando a un arbitro en la platea de la Bombonera. Queremos que escriban en rollos de cocina y lloren en espacios públicos.
Si tienen en cuenta que solo se habla de encuestas, que el principal matutino encabeza sus titulares con un “dicen que…”, que solo se habla mal de otros, que nadie recoge el guante, que se ha impuesto el “estilo Majul” a la hora de hacer entrevistas, que Tinelli hace “humor político” y que somos jóvenes posmodernos que ya hemos desidealizado a nuestros padres y andamos buscando héroes, esto es un llamamiento histórico. Los necesitamos.
Sépanlo, el que come y no convida tiene un macrista en la barriga.
*Esceptico. Lateral derecho con escasa proyección y mucha voluntad
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Gente de Chascomus, me alegro muchisimo q les haya gustado mi articulo. Creo q todos los Ditellianos sentimos mas tarde o mas temprano esa angustia de ver q la academias no quiere saber nada con " lo que se dice en las calles". El año pasado, entreviste a uno de los profesores tmb para la revista y cuando le pregunte sobre como veía el rol de los politólogos en la Argentina me comentaba q tal vez era hora de hacer un mea culpa por haberse recluido tanto de la vida pública. Secuelas del Golpe, dicen. Pero como bien decis, hay q insisitir para q se calcen los botines.
ResponderEliminarSaludos
Veronica