jueves, 3 de septiembre de 2009
Realismo vs Conformismo
“Todo bien pero…hay que ser realistas.”
Por Sathiri
La motivación para reaccionar frente a este pensamiento, es tratar de profundizar que se esconde bajo esa frase que, según mi pensar, se utiliza en un sentido totalmente conformista y pesimista al mismo tiempo sobre la realidad nacional.
El contexto es el siguiente: dialogando con un amigo, persona a quien respeto mucho más allá del afecto, acerca de la realidad política, noto que ilustra una opinión que he visto en gran cantidad de jóvenes, dueña de un extremo pesimismo que se manifiesta ante cualquier propuesta que no encaje con la lógica de la dinámica política actual cuando, esgrime: “mira esta buena la idea, pero hay que ser realista, ya paso la época de ponerse la boina roja y pensar en la revolución”.
El tema que me compete es el por qué de la negativa acerca de la posibilidad de un cambio en materia de campos que visiblemente se encuentran en crisis como: redistribución del ingreso, cristalización de instituciones y estatización de recursos que les pertenecen a sus habitantes.
A priori, parte del significado del “hay que ser realistas” lo comprendo, pues puede adjudicarse a la pobre realidad de las campañas recientes, pero a su vez, no entiendo el motivo por el cual cualquier tipo de cambio que no encaje con la lógica liberal/neoliberal moderna es tildado de rojo.
El hecho que preocupa es por qué estudiantes inteligentes, se encuentran tan poco ambiciosos a la hora de discutir acerca de cosas que admiten están mal, pero analizando las reglas de juego, concluyen que simplemente son así y punto.
En ellos la tentativa de un viraje hacia otra concepción significa algo rojo sosteniendo que no es posible ante la realidad del sistema nacional e internacional actual. En este sentido, coincido nuevamente en una parte del argumento: es sincero, hoy parece que no tener un opulento nivel social, un gran capital acumulado, posibilidad de manipular medios y encuestas, imposibilita llegar a cargos relevantes y tener una estructura con chances electorales.
Pero, contemplando el escenario, al mismo tiempo, planteo que podemos interrogarnos ciertas cuestiones: ¿es imposible escaparse del sistema en el cual el poder económico esta muy relacionado al triunfo electoral? ¿Pensar en medidas de homogenización social, es un pensamiento rojo?
El problema, según el punto de vista de quien escribe, es mayor: ¿Por qué siendo tan jóvenes estan tan negados a la posibilidad de cambio?
Nuevamente, lectores, es verdad que la actualidad lo parece evidenciar, pero ¿que quedará de nuestro país si los estudiantes de ciencias sociales pensamos de esa forma? Opino que lo relevante, en una forma más pagana de expresarlo: “La verdad de la milanesa esta ahí”. ¿Qué queda de nuestro futuro si los jóvenes perdemos la invalorable idea de un salto hacia delante, ese precioso sentimiento de esperanza que caracteriza a las nuevas generaciones, dueño de un dulce olor primaveral?.
En primer lugar, queridos compañeros, pareciera que caen en un error desde la base del argumento: ¿por qué tildan de rojo la posibilidad de pensar políticas más inclusivas a nivel social y que no se acoplarían a la dinámica actual?, y de ser así , ¿que hay de malo en ello?
Aquí, considero importante, aclarar al lector, que no es mi objetivo tomar parte por una postura ideológica, sino que busco desdeñar un argumento que no deja de sorprenderme y me resulta difícil encontrar su naturaleza.
La postura que me motiva es la siguiente: la democracia (tanto las instituciones como su mecanica de funcionamiento), tentativamente, da posibilidades de un cambio de modelo, estilo, formas de hacer las cosas, más allá de la ideología política que uno presenta.
El apoyo popular, el voto, pueden expresar un rechazo a determinadas formas. No creo verdadero el argumento que sostiene: “mirá que los votos se compran, a si que olvídate”. Al escuchar este tipo de argumento me pregunto: ¿qué les está pasando? ¿Qué los lleva a pensar así?
La verdad, me apena su maniquea versión de la realidad. Creo que como jóvenes, la posibilidad de contribuir a un cambio, velar por un proyecto de país diferente es condición necesaria para motivarse día a día, una gota de optimismo para seguir creciendo.
El planteo es el siguiente: es necesario creer en un cambio, el mismo es posible, es un atentado a la existencia humana concebir todo lo que no se adapte al mundo liberal/neoliberal actual como inútil, descartable o imposible de aplicar. Además, las cosas se pueden cambiar, al menos dentro del mismo modelo, sino: ¿para que se adoptó?
Acá no se trata de ver si la izquierda o la derecha tienen la razón, sólo de tirar en lo posible por un país más humano en todo sentido. Si los estudiantes, y todos los jóvenes, quienes seremos los futuros actores políticos nos dedicamos a contemplar como el país está perdido, tratando de sacar el mayor provecho posible de la actual estructura, quiero decirte que: “estamos fritos negrito”.
La idea es hacer un llamado a la conciencia social: “esto”, las reglas se pueden cambiar por más manipuladas que estén. Lo cómodo es adoptar una postura pasiva y realizar un voto estratégico, lo que nuevamente, no me parece mal, pero realmente creo que debe haber un compromiso.
El compromiso con la causa politica-social es evidente, un análisis del funcionamiento del país, permite ver que mal se manejan las cosas en el plano nacional. Por ello es necesario, poner manos a la obra y movilizarse para idear un proyecto que purifique la forma de hacer política en nuestro país.
Las reglas de juego, un programa certero nos dan las herramientas, no nos quedemos en el conformismo que los medios nos inculcan (salvo raras excepciones) desde que nacemos.
Es necesario olvidar diferencias partidarias, ideológicas, debido al carácter crítico del paciente. Adoptemos el rol que la sociedad precisa: animarse a la posibilidad de entrar en el ring, a lo sumo se perderá, pero es más valioso. Como se cita en una canción del combativo artista argentino Victor Heredia: “hoy tratemos de evitar tantas mentiras/ no quisiera darte un beso de tal pena/ que presientas otra vez tantas mentiras/ (…) déjame sentarme aquí a pensar tan solo en vos/ a mirar en tus ojos estrellas más grandes que el sol”.
Desde la más llana humildad, recomiendo, no entremos en el conformismo, no seamos egoístas, pensemos en el futuro, sólo es cuestión de tiempo. La puerta al cambio siempre se manifiesta latente; permítete la posibilidad de entrar para perseguir el camino que derive en la sociedad que añoramos. Por cierto: ¿No es que soñar no cuesta nada?
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Me gusto mucho su articulo. Creo que refleja una forma de pensar muy comun y reveladora por cierto de gran parte de los argentinos. Papa siempre dijo: "Las cosas son asi." Y, demas esta decir lo dificil que es hacerle ver sus argumentos desde otro punto de vista.
ResponderEliminarFIDEL dijo...
ResponderEliminarMuy bueno su artículo, un mensaje motivador para que nos comprometamos con el destino de este bendito pais